Fuente: El Nuevo Oriente
Todo podría imaginarse alias “Antonio Medina” menos la cuidadosa operación que llevó a una patrulla militar y a una comisión de la Fiscalía, a estar a menos de 200 metros de la finca que desde hace varios meses había convertido en el centro de recaudo de sus extorsiones.
A dicho lugar, ubicado a unos 35 kilómetros del casco urbano de Sácama, en una agreste zona de la vereda Sinaí, se aproximó a plena luz del día el grupo de cerca de 35 uniformados que, llegando a la casa objetivo del allanamiento, se desplegaron en forma de abanico escalonado, vigilando sus flancos cuidadosamente…
El objetivo era llegar al punto exacto donde ya se tenía la información de que el temible comandante de las disidencias del Frente 28 de las FARC, pernoctaba con frecuencia y adonde citaba a atemorizados blancos de extorsiones para que le entregaran dineros, producto de su accionar delictivo.
Cerca del lugar, en medio de la montaña, los soldados casi que tropezaron “de manos a boca” con un grupo de entre 5 y 6 guerrilleros, a la cabeza de los cuales, en un caballo, iba una mujer quien resultó ser alias “la Chuky” o “Alexa” y quien intentó buscar refugio mientras su guardia personal iniciaba el intercambio de disparos con los soldados.
“Eso fue muy sorpresivo… los soldados tuvieron la fortuna de contar con el ´factor sorpresa´ porque se trató de un combate a campo abierto; pero ellos iban preparados porque iban en actitud de aproximación al área… ese segundo de reacción fue clave para parapetarse detrás de troncos y matorrales y responder el fuego porque los primeros disparos los hizo la guerrilla”, relató a EL NUEVO ORIENTE una fuente militar que estuvo en el sitio de los hechos.
Uno de los militares, tomando como parapeto un grueso tronco, comenzó a responder el fuego y fue precisamente uno de sus tiros que impactó el costado a la guerrillera.
“Ella trató de dar la vuelta, el tiro alcanzó a pegar en el fusil que llevaba terciado y ahí le ingresó… la muerte fue prácticamente inmediata, cayó al suelo mortalmente herida mientras sus compañeros continuaban disparando y buscando refugio”, relató la fuente militar.
Aunque los militares tenían la información de la casa-objetivo, descubrieron que alias “la Chuky” y su comisión personal se dirigían hacia dicho sitio desde un campamento muy bien camuflado en una zona boscosa a unos 250 metros del lugar.
“Eso no lo sabíamos… como tampoco que se habían habilitado unos lanzadores de explosivos improvisados, con los cuales también nos atacaron, el tiroteo comenzó hacia la una de la tarde de ese lunes 8 de abril y ese día se prolongó como hasta las 8 de la noche…”, agregó.
Las acciones se reactivaron hacia las 7 de la mañana del martes. Y aunque los militares dicen que hirieron a varios subversivos, no fue posible hallar más rastros, aunque hay versiones de quienes participaron en el combate de que “Antonio Medina” iba junto a “la Chuky” y pudo resultar herido.
En las posteriores tareas de registro, aunque no fue posible llegar al punto inicial, se han encontrado más de 20 minas antipersonal, al menos 44 uniformes camuflados, más de 10 granadas hechizas de 60 milímetros, abundante munición, proveedores y varios fusiles.
El campamento ocupado tendría una capacidad de albergar a cerca de 45 hombres y estaba ubicado a una distancia que ofrecía perfecta cobertura a la casa donde “Medina” citaba a sus víctimas.
De “La Chuky” se sabe que tenía unos ocho años de relación sentimental con el cabecilla; sus padres residen en Villavicencio pero sería de origen venezolano y una edad estimada de 22 a 25 años. El cuerpo fue llevado a Arauca donde se realizó su experticia forense.
La presencia militar en la zona fue reforzada con el envío de más de medio centenar de militares, entre ellos varios “comandos” militares ampliamente expertos y formados en áreas de combate de Arauca, debido a la necesidad de contar con personal experto en la ubicación de campos minados y quienes se mueven cuidadosamente ante el riesgo de francotiradores.
De “Antonio Medina” quien sufrió un golpe directo al corazón de sus operaciones en Casanare no se ha vuelto a saber nada, aparte de que se teme una brutal reacción ante la sospecha de que la información detallada que condujo a la Fiscalía y al Ejército a este inesperado golpe en su contra, pudo provenir de sus propias filas.
En el norte de Casanare y en localidades como Tame (Arauca), además de Yopal y Paz de Ariporo, se temen sus acciones de retaliación.
