Colombia enfrenta actualmente una crisis bajo el mandato del presidente Gustavo Petro, quien, a pesar de autodenominarse el «Gobierno del Cambio», ha generado cambios que muchos consideran perjudiciales. Este gobierno ha sido centro de varias controversias, como el escándalo de los Carrotanques en La Guajira y el de la UNGRD, donde se acusa a funcionarios de adjudicar contratos a congresistas a cambio de votos para las iniciativas gubernamentales.
En el contexto de Arauca, un departamento históricamente afectado por la violencia de grupos armados ilegales, la situación ha empeorado. Durante gobiernos anteriores, aunque la violencia persistía, se tomaban acciones para mantener a raya a estos grupos. Sin embargo, bajo el gobierno de Gustavo Petro, la situación se ha deteriorado, posiblemente debido a su pasado en el M-19 o a su inclinación hacia el diálogo con el ELN y las disidencias de las FARC, sin que se logren avances significativos en la reducción del conflicto armado en la región. Los asesinatos de líderes sociales se han vuelto cotidianos, y el gobierno guarda un silencio cómplice.
El secretario de gobierno de Arauca, Nasser Cruz Mattus, expresó una preocupación compartida por muchos: «No sé si el alto Comisionado Otty Patiño está esperando cierto número de secuestrados o muertos para pronunciarse». La ausencia del Alto Comisionado para la Paz en Colombia es notable, dando la impresión de que Arauca no es parte del país.
Los líderes sociales y defensores de derechos humanos claman por una protección efectiva y la presencia del Estado en el territorio. Durante la sesión del CITRAP, relacionada con la alerta temprana 019 de 2023, se escucharon las voces de estos líderes, quienes denunciaron la desprotección que enfrentan al cumplir con su labor social. La UNP es criticada por sus análisis de seguridad insuficiente y por la limitada protección que ofrecen, lo cual pone en riesgo a las personas que se atreven a alzar la voz.
El ELN, con una actitud cínica, niega muchas de sus acciones violentas en la región a través de videos, convirtiéndose ahora en influencers en redes sociales y hasta en su página web. Mientras tanto, continúan sus enfrentamientos con las disidencias de las FARC, causando desplazamientos y confinamientos en municipios como Arauca, Arauquita, Puerto Rondón y Tame. El ELN acusa a sus críticos de ser criminales y de apoyar a las élites oligarcas, una acusación que resulta irónica cuando son ellos los que impiden el progreso de regiones como Arauca mediante secuestros, extorsiones y asesinatos.
Por: Sandra Milena Buitrago.