El Gobierno de Panamá aseguró este sábado que está golpeando las actividades de tráfico de migrantes y de minería ilegal del Clan del Golfo en la zona fronteriza con Colombia, escenario de una crisis migratoria sin parangón con centenares de miles de personas viajando de manera irregular hacia Norteamérica.
El ministro de Seguridad Pública, Juan Pino, aseguró que el «bloqueo marítimo» en el Caribe, en el marco de la «campaña Escudo» lanzada en junio pasado, «ha surtido efecto» y «es mínimo» el número de migrantes irregulares que están llegando a zonas del lugar usadas por los traficantes de personas.
Las autoridades panameñas han decomisado una «gran cantidad de lanchas a esas estructuras criminales del Clan del Golfo, que se han visto impactadas» por la campaña de seguridad, que tiene por objetivo preservar el control territorial, añadió Pino sin precisar cifras.
«La ruta marítima del Caribe fue impactada (…) ellos (los traficantes) lógicamente, buscarán otras rutas» pero «vamos a seguir con esta lucha» porque Panamá no puede perder el control territorial, aseguró el ministro panameño.
El sector del Caribe panameño fronterizo con Colombia es utilizado para transportar a migrantes irregulares que proceden del sur del continente y se dirigen hacia Norteamérica.
Las autoridades han informado en los últimos meses de que han rescatado en el mar o en zonas costeras caribeñas a migrantes que son abandonados por los traficantes al verse descubiertos por los agentes del Servicio Nacional Aeronaval (Senafront) o el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront). Se ha informado de al menos dos viajeros muertos en estos incidentes.
La del Caribe es una ruta más cara y rápida que la temible selva del Darién, que está siendo cruzada por centenares de miles de personas procedentes de todo el mundo, aunque la gran mayoría son ahora venezolanos.
De acuerdo con las estadísticas de Panamá, más de 390.000 personas han cruzado la jungla en lo que va de año, al menos el 20 % menores de edad, una cifra sin precedentes.
Esta «gran peregrinación personas que abandonan su vida para ir a otro lugar a construir otra vida», como lo describió este sábado el ministro Pino, sigue optando por atravesar la jungla pese a los peligros que extraña y que incluyen homicidios, muertes por accidentes o ataques de animales, violencia sexual y asaltos.
En la jungla del Darién, la Campaña Escudo ha desarrollado operaciones contra la minería ilegal, una actividad que, dijo Pino, también maneja el grupo colombiano.
«La acción contra la minería ilegal la semana pasada, dos hectáreas devastadas en el Darién. ¿Y quiénes eran en su gran mayoría? Mineros colombianos del Clan del Golfo que estaban perjudicando nuestro territorio y áreas protegidas», declaró el ministro panameño.
El Clan del Golfo tiene un rol central en el tráfico de migrantes por el Darién, según un informe difundido en noviembre de 2022 por la Fundación Ideas para la Paz (FIP) y la Iniciativa global contra el crimen organizado transnacional (GI-TOC), como miembros de la red de la Convención de las Naciones Unidas contra el Crimen Organizado Transnacional de América Latina.
El Clan mantiene un «control hegemónico de la región del lado colombiano de la frontera con Panamá», por lo que tanto «las redes nacionales e internacionales de tráfico como los migrantes que llegan solos deben interactuar de alguna manera con el grupo para que les permita y les facilite el paso», según el documento. EFE
Por: RCN Radio.