En Colombia, las unidades de servicios de medicina nuclear se concentran en ciudades principales como Bogotá con 21, seguida de Cali y Barranquilla con 9 cada una, Medellín con 6, Cartagena y Bucaramanga con 4 cada una.
Mientras que las ciudades intermedias y pequeñas tienen una cobertura más limitada. Por ejemplo, Ibagué cuenta con 3 unidades y ciudades como Pasto, Montería, Cúcuta, Manizales, Pereira y Armenia tienen 2 cada una, mientras que Santa Marta, Popayán, Tunja, Valledupar, Villavicencio, Envigado, Neiva, Palmira, Soacha y Faca, solo cuentan con 1 unidad cada una.
Las unidades de servicio de medicina nuclear disponibles en ciudades principales albergan aproximadamente el 67%. Mientras que, las ciudades intermedias solo cuentan con el 33% destacando una brecha importante en la distribución de los servicios de medicina nuclear en el país en el que aún falta por cubrir el 40% del territorio nacional.
Actualmente, la atención en las unidades de medicina nuclear en el país, están siendo cubiertas en 19 de los 32 departamentos que representan el 60% de cobertura distribuidos así: Cundinamarca 23 unidades de servicio seguido por Valle del Cauca con 10 y Antioquia 7. Atlántico, Bolívar, Santander, Tolima, Nariño, Córdoba, Norte de Santander, Caldas, Risaralda, Quindío, Magdalena, Cauca, Boyacá, Cesar, Meta y Huila con una unidad. Departamentos que tienen aproximadamente entre 1 millón a 8 millones de habitantes.
De otra parte, los servicios de medicina nuclear forman parte de las unidades funcionales de cáncer en el país. Para una atención óptima del cáncer, es necesario contar con radiofármacos específicos, tecnología PET y habitaciones para terapia con radionúclidos. Y,actualmente solo se cubre en 11 departamentos, equivalentes al 34% del territorio.
“La desigualdad en la distribución de unidades de medicina y falta de servicios en ciudades intermedias y áreas rurales limita el diagnóstico y tratamiento temprano de enfermedades graves, especialmente de oncología (cáncer), cardiología y neurología. Además de la amplia y fuerte regulación de la medicina nuclear” dijo Emperatriz Angarita presidente de la Asociación Colombiana de la Medicina Nuclear E Imágenes Moleculares – ACMNIM
Agregando que «La duración del desplazamiento para recibir tratamiento de medicina nuclear en Colombia puede variar considerablemente dependiendo de la ubicación del paciente y la disponibilidad de unidades de servicios de medicina nuclear lo que puede afectar la accesibilidad y la frecuencia de los tratamientos».
Una limitante considerable que frena el crecimiento y la expansión de la medicina nuclear en Colombia es la complejidad de su regulación. Esta especialidad requiere la coordinación de múltiples entidades entre ellas la DIAN, INVIMA y el Servicio Geológico Colombiano, para la importación y manejo seguro de materiales radiactivos, lo que puede retrasar el desarrollo de nuevas instalaciones y servicios.
Asimismo, la apertura y funcionamiento de instalaciones de medicina nuclear implican cumplir con estrictos requisitos regulatorios, desde permisos del Servicio Geológico hasta certificaciones de buenas prácticas de elaboración de Radiofarmacos por parte de INVIMA, y habilitaciones específicas relacionadas con los hospitales.
El mercado global de la teragnóstica, que integra diagnóstico y tratamiento, está en pleno crecimiento en el mundo, se espera que aumente en un 13% para 2032. Adicionalmente, el mercado de los radiofármacos ha experimentado un incremento significativo debido a la transición de las terapias oncológicas hacia la radioterapia metabólica y la radioterapia con medicina nuclear. Actualmente, el 53% de los nuevos medicamentos en desarrollo están enfocados en el tratamiento del cáncer.
Lo anterior destaca la importancia de la medicina nuclear como una especialidad fundamental en la atención médica del país. Esta especialidad ofrece múltiples beneficios, incluyendo el diagnóstico temprano y preciso de enfermedades, lo que permite a los médicos realizar diagnósticos y planificar tratamientos con mayor exactitud, especialmente en oncología, cardiología y neurología. Gracias a su continuo desarrollo e innovación en tratamientos, la medicina nuclear no solo contribuye a avances significativos en la atención médica, sino que también subraya la necesidad de su expansión en el país para mejorar la calidad de vida de los pacientes.